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sábado, 30 de agosto de 2008

Evolución histórica del género en Chile (Parte 1)

Primero que todo hay que aclarar que la historiografía de principios del S.XX estuvo abocada en un ciento por ciento a historiar los grandes procesos políticos, fechas de batallas y procesos trascendentales para la patria, incluyendo a los grandes personajes constructores del ethos nacional; sin embargo tras la segunda guerra mundial - incluso durante la segunda - apareció toda una oleada de historiadores que trascendieron a dicha historia para imbuirse en la historia no tradicional. Es decir, a la historia residual, a la historia de los marginados, a la historia de las capas populares; de este modo a partir de la obra de Marc Bloch, Lucian Febvre, Fernand Braudel y otros, fundaron la Escuela de Estudios Económicos y Sociales de los Annales franceses. Temas como la muerte, el suicidio, la sexualidad, el encierro, los vaivenes de la economía, las estructuras de larga duración como el capitalismo, como la religión y otros partieron a ser historiados tal como lo había sido durante fines del S.XIX y principios del XX la historia política. No quedaron fuera temas tan potentes como las mentalidades, el imaginario, estudios urbanísticos y, por supuesto, la mujer. A propósito de esto es la oportunidad para hacer mención a quien me inició en estos temas, el premio nacional de historia 2008, Sr. Eduardo Cavieres, quien ha cultivado estos estudios en el ámbito universitario con una gran capacidad pedagógica.

Bueno, nuestro propósito en las entradas siguientes es explorar, sin el ánimo de elaborar grandes tesis al respecto, el papel que jugó la mujer desde mediados del S.XIX hasta la vuelta a la democracia en 1990.

El arquetipo de la mujer entre los decenios que van de 1810 hasta 1860, estaba regido por los mandatos de la Iglesia católica. Una mujer debía siempre estar escondida, sin ser vista, ocultándose tras biombos, tras casas fortificadas, con gesticulaciones medidas y modestas. En otras palabras, la mujer se constituía en un adorno, en un objeto que la hacía ser un "sujeto de lo oculto" y cuyo destino era entregar a un extraño - sin amor por lo general - la flor y el elixir de su corporalidad: la virginidad. Un trofeo para el hombre que la adueñaba para sí y que la exhibía en los salones de las tertulias.

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